La música no es más que una mentira,
respuesta de un deseo formulado,
que guarda en un arcón, bien encerrado,
el trozo de un poema que alguien tira.
La música apacigua toda mi ira
y enciende el sentimiento, ya apagado,
que escondo en mi interior, en este lado
maldito de mi pecho, que se estira
si escucha el leve son de una guitarra.
Y como una hoja cruel de cimitarra
me raja las costillas con sus cuerdas.
Canción, tú para mí eres enemiga,
mas sigue así por siempre, aunque te diga
que te olvides de mí. Porque te acuerdas.
respuesta de un deseo formulado,
que guarda en un arcón, bien encerrado,
el trozo de un poema que alguien tira.
La música apacigua toda mi ira
y enciende el sentimiento, ya apagado,
que escondo en mi interior, en este lado
maldito de mi pecho, que se estira
si escucha el leve son de una guitarra.
Y como una hoja cruel de cimitarra
me raja las costillas con sus cuerdas.
Canción, tú para mí eres enemiga,
mas sigue así por siempre, aunque te diga
que te olvides de mí. Porque te acuerdas.
Para mis amigos de la Generación del Ocho. Y para la música, esa enemiga invisible que acompaña los paseos en soledad.
Jorge Andreu
Precioso.
ResponderEliminarGracias, gadi. Espero que quien ambos sabemos no haya impedido que te empiece a gustar la poesía:P
ResponderEliminarMaldito sea... no hables de ese hombre aquí! jaja. Bonito soneto, ojalá yo supiera hacerlos jajaj
ResponderEliminarEs relativamente fácil... ¡¡jajajaja!!
ResponderEliminarTe aprendes la cancioncilla rítmica de los endecasílabos o los alejandrinos (como mi primo), lo rellenas de aliteraciones y...
"¡Con este soneto, yo te la empeto!"
¿Ves? ¡¡Son once!!
¡¡Viva la Generación del Ocho, Jorge Andreu!!
La mejor explicación de cómo hacer un soneto, jajaja
ResponderEliminarEso es porque no lo intentas. Luego ya puede quedarte mejor o peor, como a mí. ¿No Jorge? jaja
ResponderEliminarCierto.
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