Y todas las noches me acuesto pensando
que quiero escribir y no puedo,
que tengo un dolor tan amargo
en el fondo del pecho
que no cesará hasta el contacto
con un martes cruel de febrero.
No duermo, me esmero en lograrlo,
pero estos apuntes malditos me quitan el sueño
flotando en el techo.
pues no quieras escribir, que la escritura te quiera a ti. hazte un poco de rogar ;)
ResponderEliminarCreo que la escritura me quiere demasiado, pero yo no le doy lo que se merece.
ResponderEliminarUn texto a vuelapluma, maestro, ¡jaja! Yo también necesito que llegue el martes para descargarme de responsabilidades. Claro que entonces daré plantón a la escritura y me piraré al monte, solo, a contemplar mamíferos salvajes.
ResponderEliminarYo necesito viernes...un poco más. Pero luego te compensaré todo el tiempo "perdido" =)
ResponderEliminarte quiero
Jejeje yo también te quiero. El viernes iremos à la recherche du temps perdu:P
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