lunes, 11 de octubre de 2010

Un ciclo de amor (II. La luna)



Brillaban los secretos de tu boca
como luces en una noche inmensa.
Las olas, las gaviotas,
la música, tus ojos.
El mundo me enseñaba tu belleza.
Alumbraba la luna
la tez serena y suave, dulce y blanca,
de aquella mujer que era aún muñeca.

La luna estaba llena.

Forjaba entre nosotros nuevos lazos
el fuego azul y gris de su linterna,
lucero ante lo oscuro.
¡Qué triste estaba yo, y qué serena
tu mano resbaló por mi cabello!
¡Qué alegre me dejó tu risa tierna!
La luna nos miraba,
sus lágrimas caían como estrellas.
Estaba lejos ya de nuestros besos.
De rabia y de dolor rota. Y entera
dispuesta a darnos lumbre.
Del cielo prisionera.

Todavía está llena.

Nos quiso tanto, entonces,
que no se separó de nuestra acera.


Jorge Andreu

1 comentario:

  1. Las olas, las gaviotas, la luna y las sonrisas.
    Y el numero ocho, mi favorito.

    Te sigo :)
    Pásate cuando quieras.

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