domingo, 11 de marzo de 2012

Hay augurios básicos,
harto recurrentes,
que alivian la cruz
del hado silente.
¿Puede ser nocivo
ver el rayo verde?
¿No oyen los cristales
dar la mala suerte?
Trenzan las esperas
dedos impacientes;
hay augurios básicos,
sé que tú me entiendes.







Alberto Cancio García

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