viernes, 29 de octubre de 2010

El cóctel de mi esencia

Hoy flotan cuatro hielos en mi pecho:
la música, los libros, la pintura,
el mundo de los besos —y el silencio
atado a nuestra sombra.

De un sorbo nos llevamos los olores
que rasgan nuestras penas, los abrazos
que nunca merecimos, las canciones
huérfanas de armonía.

Si trago, la pintura contonea
en plácidos mecidos sus palabras,
profundas, como el timbre de la letra
que escapa de un acorde.

Si soplo en la boquilla, todo es verde,
efímero —así son las caricias
surgidas de un silencio, del latente
murmullo de la prosa.

Si bebo y saboreo, todo es uno,
igual que un beso es fruto del recuerdo.
Si quema mi garganta, sólo es humo
exhalado de ausencia.

Si, después de todo, nada es de polvo,
los besos, la poesía, la pintura,
la música:
tan sólo eso me queda.


Jorge Andreu

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