jueves, 16 de junio de 2011

Y al fin, nueva entrada en La Taberna del Pirata




Pliego primero


Tres noches ha que sígole la huella a la razón, mi leedor improbable, por echar de ver qué atajos o licores habrían hilvanar las historias azarosas de mi primo, y que éstas, tan bien descritas de punto y coma, llegaran a vos con la gracia y el donaire tal cual ocurrieron allende los mares. No me hurtaría de sueños la dicha empresa en caso cualquiera y tan de alborada, sino por razón de saberlo dormido ahora en un cuarto de mi hospedería, ¡tan cercano!, en habiendo arribado hoy mesmo a Cádiz tras diez años de cara, carísima ausencia. Primo hermano mío, de los mares y los bosques venturado, el cuál en fortuna apuntaba maneras, y de cuyas todas habría logrado precio a no ser por la insana manía de la Libertad, que si yo mismo anduve tras sus faldas livianas, que es el hecho, no lo fue por siempre y ciego, mas sí prevenido de recelo después. Así vinimos a tirar cada uno por su cuenta siendo mozos, yo casado con la Corte y él amante de la mar, y en sabiendo uno del otro por las bocas del gentío... 



Alberto Cancio García

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