Me ahogo porque de vez cuando,
como me gusta tan poco este lugar,
intento averiguar
cuánto tiempo puedo estar sin respirar.
como me gusta tan poco este lugar,
intento averiguar
cuánto tiempo puedo estar sin respirar.
Vivíamos en un piso pequeño que se parecía al paraíso, siempre había serpientes dándole forma a las esquinas, y manzanas rompiendo los cristales para que entrase el calor del verano abrasador de agosto.
Eva Te.
Eva Te pide disculpas por repetir el
fragmento inicial. Gracias.
No entiendo, pero me gusta :)
ResponderEliminarInquietante a la vez que extraño. Curiosa imagen del paraíso. En definitiva, me gusta.
ResponderEliminarUn saludo
Ámbar, es simplemente que el paraíso puede estar en cualquier lugar...
ResponderEliminarY el principio creo que es adecuado, pues el paraíso no siempre es un lugar ideal.
Gracias a los dos por comentar!=)
Ahora lo entiendo todo. El de Adán y Eva no fue un comportamiento adolescente. Ellos querían conformar su propio paraíso...
ResponderEliminarY lo hicieron... Míranos. Aquí. En Internet...
ResponderEliminarYo quiero una casa cuyas esquinas estén talladas por serpientes. ¿Será así mi paraíso?
ResponderEliminarMuy bueno, Eva.
Besos
Alberto Cancio García o cómo publicar 1 comentario en 2 AJAJA. Curiosa forma de ver el paraíso. Yo me lo imagino con cascadas de cerveza. Las manzanas... Pa' otro.
ResponderEliminarQué quiere, cojone, si me quedé rallao.
ResponderEliminar¡Pero no te piques, que era broma! :D jajja
ResponderEliminarJajajaja!!
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