lunes, 1 de noviembre de 2010

¡Soporífero!

Un auténtico coñazo.

Una nube soporífera y
una voz que te acaricia
- más bien toca-
las gonadas.

Un trompo en el oído
o
una estufa en invierno.
Quiero decir que me duermo,
aunque preferiría -con creces- estar dormido.

(Y las malditas manecillas de este reloj no se mueven...)

A unas buenas,
es como un lanzallamas que te derrite el cerebro
e intenta amoldarlo a su gusto.

Damn it!

Es como una anestesia general
que habla de homosexualidad,
de poesía de poetas.

(Y si logra atraparte...)

Aburre a Sanchez Dragó,
hace llorar a cualquiera.
Quiero decir que tengo sueño
y no me deja dormir este ruido.

Es, simplemente,
un somnífero doctorado
por vía auditiva...


Abraham Quirós Villalba,
aguantando el tirón

6 comentarios:

  1. Me quedo, sobre todo, con el primer verso. Dice tanto en tan pocas palabras... Aunque también me quito el sombrero con la imagen del lanzallamas y la anestesia general. Aunque yo diría local: a mí me duerme el cerebro, pero el estómago me pide a rugidos, a menudo, un café y unas tostadas.

    ResponderEliminar
  2. Si publicaras uno como éste cada semana te haría favores sexuales a precio de costo.
    No veo el momento de volver a verlo... de volver a sentir que me caigo de la silla y despertar con un ronquido.

    ResponderEliminar
  3. Creo que todos sentimos lo mismo verdad?

    Por eso vamos tanto, nosotros tres que comentamos, está visto que Abraham le saca partido...jajaja

    Muy bueno!

    ResponderEliminar
  4. ¿Puedes creerte que es la tercera vez que alguien escribe a este soporífero por vía auditiva?

    Muy grande, cargado de una genialidad muy propia de ti.

    ResponderEliminar
  5. Creo que pronto se convertirá en tradición escribir poemas con ese asunto personal y concreto, con cara y voz. Sobre todo con cara, porque voz, lo que se dice voz, no hay mucha. Y cara hay un montón. Sabéis a lo que me refiero.

    ResponderEliminar