domingo, 19 de febrero de 2012

POST-UNION

El pétalo, arroz, empedrado,
hilo blanco, sinuoso, un encaje
sobre el lienzo verdinegro
de la calle. Baila el suelo.


Las luces mortecinas despabilan
a los grillos tras el pórtico.


Refresca y estoy solo.
Sin frío.


Salen paulatinos de la piedra,
ellos, como salen las estrellas
que en el duro firmamento de los suelos
yacen negras y en los restos de la tarde
se recrean.


Oscilante la galaxia de la plaza,
con su bruma, suena y huele
a lo que era.


Quizá ahora estén de viaje.
Sabrán a estas alturas si es un mito
la noche más feliz de nuestra vida.


Quizá haya roto el traje.
O la hayan desnudado
poco antes del embarque.


Refresca y estoy solo.
Tengan lo que tengan
entre manos, no vendrán
a remirarse el matrimonio.


No verán cómo los grillos
de esta noche,
devoran, de su eterno maridaje,
los despojos.  






Alberto Cancio García

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