Yo amo —de una forma— como mucho más allá del protocolo,
más allá de ti —o de nosotros como uno—, tenlo claro,
¡yo también!, a parte de mi Amar, ¡a veces sólo amo!
Y sí, de esa manera en que se tiembla acalorado.
Sin duda me enamoro de otras cosas —muchas cosas
(muchas, muchas... porque hay tanto)—,
y algunas de esas cosas llevan piel, muy por supuesto, y de ellas
hay un tenue movimiento que me excita en el momento,
como el vuelo negro y frío de un codazo:
una empírica mirada, un susurro plateado,
o una Historia,
de repente, que no sabe nunca uno cuando empieza
pero empieza y cambia el mundo,
y a la cara tira el dado.
Porque amo, reconozco. También con la minúscula es un hecho.
El mundo es demasiado colosal para perdérselo en Amar
en súbitas mayúsculas cual burdo y cruel poseso.
No te apures, rey Mufasa.
Lo concreto en un poema enrevesado y ya se pasa,
Lo cerceno de mi alma encabronada si lo siento,
Hago voto de cordura
y ya no miento.
Alberto Cancio García
No hay comentarios:
Publicar un comentario