lunes, 19 de abril de 2010

BILIRRUBINA 2

Aquella noche fue igual a cualquier otra.
Me quedé solo, como es costumbre,
y entonces bajé al mar.
Allí, espié cómo dormitaban los ojos del cielo,
y luego volví a casa desquiciado de belleza.
Siempre, todas las noches, ocurre del mismo modo.
Y es que aquella noche, aquella en particular, fue igual a cualquier otra.



Me preguntas... ¿que por qué escribo sobre ella?
Porque luego, camino a casa, sonreía.
Y no lo entiendo.
Pero aquella noche sonreía.



Alberto Cancio García

2 comentarios:

  1. Me ha encantado, de verdad. No sé si en verdad lo harías, si fue verdad que estabas solo y bajaste al mar, si fue una noche autobiográfica igual a todas las demás, pero me has desquiciado de belleza.
    Mua

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