viernes, 16 de marzo de 2012

ELLOS

¡Oh, nariz ovillada!
¡Oh, cervatillo indeleble!
¡Oh, poema!
¡Oh, ostra guay! 
¡Oh, chaqueta espiada!
¡Oh, ladrido del superhéroe!
¡Oh, cómo la cascas!
¡Oh, hogar, brilla al sol!


¡Oh,                  oh!


¡Oh, moje mi porche!
¡Oh, hablo de mudas!
¡Oh, árbol, dique!
¡Oh, el marido valga lloros a...!
¡Oh, mes de taberna!
¡Oh, una mano!
¡Oh, con tos estoy!
¡Oh, Levis en un carro!
¡Oh, estamos tan a gustito!
¡Oh, foié de pato!
¡Oh, corta al zar!
¡Oh, el muro de cama!
¡Oh, gemir en el camino!
¡Oh, muerte aceituna!
¡Oh, gorgorito!


¡Gorgorito, gorgorito, oh!


¡Oh, ven y toca peces y adiós!
¡Oh, octavilla pacífica!
¡Oh, es pronto para que ceda!
¡Oh, que quedo!
¡Oh, tableri perdido!


¡Oh, Oh, Oh!


¡Cuántos Oh por todas partes!
No puedo acabar de soltarlos.
Son ellos, en ello. The only one 
en el hueco de mi raro cerebro.


No puedes hallar un sentido a mi lista de Oh,
no puedes a no ser que mires,
que mires y mires por dentro 
de todas las páginas clásicas
en que anduve boquiabierto.










Alberto Cancio García


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