esa parte de mí
que tú crees a salvo del rojo mordisco,
terrible manzana,
la cruda respuesta a tus dudas
se esconde a menudo detrás
de una falda.
La sigo, persigo, por largos pasillos ,
vibrantes mis manos como telarañas,
y en pos de la oscura verdad
no pararé hasta levantarla.
Alberto Cancio García
No hay comentarios:
Publicar un comentario